Capítulo 4

Holitaa!! primer capítulo de hoy, espero que os guste:) nos leemos mas tarde! 
pd:si hay alguna que quiere que la avise por TW que me diga abajo:))

@SorayaMoralesTA

Cuenta Lali:
Claro que quería ser la Señora Lanzani. Qué cosas que tenía Peter.
Lali: Perdóname mi amor, me quedé tildada. Claro que quiero casarme contigo.

¿Cómo iba a rechazar la reciente propuesta hecha por semejante galán? En este momento me sentía la mujer más feliz del mundo, después de cuatro largos años de novios por fin nos íbamos a casar, lo que significaba que íbamos a vivir juntos, pasar el más rato que ahora juntos, todo juntos. Demasiadas cosas.
Creo que lo mejor que podía hacer en ese momento era disfrutar de mi novio. Mejor dicho, futuro marido.

Cuenta Peter:
Me acaba de decir que sí, soy el hombre más feliz sobre la faz de la tierra. Por fin va a ser mia para siempre, en el buen sentido claro. No soy ningún psicópata ni nada por el estilo, pero la amo tanto tanto tanto.
La cogí por la cintura y la alcé lo más que pude dejándola caer bien pegada a mi hasta poder besarla. Tenía tantas ganas de hacerla mía. De que fuésemos solo uno.
Mis pensamientos no hacían más que irse a esa laguna que tenía de espaldas. “No Peter no” –pensé- “no puedes estropear este momento con eso, disfruta de que te ha dicho que se quiere casar contigo. Después de la boda ya habrá tiempo para eso.”
Peter: -me aclaré la garganta después del beso y la miré fijamente a aquellos hermosos y brillantes ojos- Te amo Lali.
Lali: Yo también te amo Peter. Gracias.
Peter: ¿Por qué? Gracias a ti por querer casarte conmigo y hacerme feliz para siempre.

Lali: Ay, eres tan tierno mi amor.

Ya habían pasado varias semanas desde la proposición de Peter a Lali. Juntos estaban armando todos los detalles de la boda, el padrino iba a ser el abuelito de Lali y la madrina la mamá de Peter.

Cuenta Lali:
Justo ahora me encuentro en la casa de Peter con su mamá, ella me está ayudando con el vestido de mi boda, solo nos queda ultimar detalles. Es un vestido totalmente blanco, sin llegar a ser largo. Más bien por las rodillas a mí me gustan las cosas sencillas y de ninguna manera quiero complicarme el día de mi boda con vestidos de larga cola, filas de botones interminables y demás cosas.
Claudia: Estoy tan contenta de que vayas a ser mi nuera Lali... -la mamá de Peter- Eres la chica perfecta para Juan Pedro.

Lali: Gracias Claudia, sabes que eres como mi mamá para mí y que me aceptes en tu familia es muy emocionante para mi.

Juan Pablo: Siempre tan humilde esta chica -en ese momento entró el papá de Peter por la puerta- Me encanta.

Claudia: ¡Vete de aquí Juan! Estamos con el vestido de Lali no lo puedes ver.

Lali: -no pude evitar reirme- Pero Claudia, ¿no es el novio el que no puede ver el vestido antes de la boda?

Claudia: Con lo que es tu novio seguro lo mandó al papá a que venga a cotillear. -El papá de Peter no pudo evitar reirse, Claudia era demasiado astuta y conocía perfectamente a su hijo-

Lali: Eso lo cambia todo, lo siento Juan Pablo, pero te tienes que ir, no quiero que por nada del mundo se estropeé mi boda con Peter.

Juan Pablo: -salió del cuarto riéndose-. Chau chicas.

Claudia: -comenzó a hablar cuando se fue su marido- Hay que ver como son los hombres, no te preocupes igual Lalita que no vio nada. Es imposible que se estropee la boda, Peter y tu estáis hechos el uno para el otro. Si nada pasó hasta ahora nada malo va ocurrir en este momento tan importante.

Lali: Gracias Clau, eres la mejor.

Me prové el vestido y la verdad que mi futura suegra tenía una mano increible para coser, me quedaba a punto. Era el vestido de mis sueños. Me sentía super especial y verdaderamente una princesita de cuento.
Tenía mucho miedo de que algo malo fuera a pasar pero como Clau dijo si no pasónada antes, ahora menos.

Estábamos a solo 3 semanas de la boda y Peter ya había comprado una casa cerca de la finca de sus papás y cerca de la casa de mi abuelito para que yo pudiera ir a verlo todo el tiempo. Lo iba a extrañar mucho. En un principio le propusimos que se viniera con nosotros a vivir. Total, la casa era enorme y hasta que no tengamos hijos vamos a estar solos, pero el no quiso. Y respetamos su decisión.

En estos momentos me encontraba en el mercado con Claudia y Rosita comprando útiles para la casa nueva cuando un señor totalmente desconocido pero que iba demasiado arreglado para estar en nuestro pueblo nos saludó.

xxx: Señoritas... -nos besó la mano a cada una, primero Rosita, después Claudia y por último a mí-

Fue muy raro, porque el señor no dejaba de mirarme , me sentí muy incomoda y miré a Claudia pra que me sacara de aquél apuro. Tuve una sensación muy muy rara cuando aquél pintoresco hombre me cogió la mano por última vez antes de soltarme. Me sentí mal, decaída. Sentía que algo malo estaba por ocurrir, solo deseaba que no tuviera que ver con la boda ni con mi familia.