Capítulo 30

Hola chicas! hoy Clara me escribió por twitter si no iba a subir mas nove, entre que encontré trabajo y que llevo casi 3 semanas enferma no he podido entrar en el blog ni nada, por mi estoy dispuestisima a seguir subiendo nove. Espero que vosotras me digáis si queréis que siga subiendo esta nove y después mas:))



Espero que hayáis estado bien, que hayáis empezado el año super super bien y gracias por estar siempre! Un beso enorme!

@SorayaMoralesTA

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Todos los asistentes a misa que había sentados en el banco donde estaban Lali y Peter junto  Juan Pablo se levantaron y se sentaron en otro banco mas atras. Lali quiso levantarse e irse pero los dos hombres que tenía al lado se lo impidieron.

Si ya era tenso el ambiente de por si, a una de las señoras del pueblo se le ocurrió hablar.

Señora: Padre, ¿no dejará que esa mujerzuela se quede en la misa de hoy verdad?

Padre: Por supuesto que sí, Lali tiene todo el derecho como hija del señor a acudir a la iglesia cada domingo y siempre que ella quiera.

Señora: -la mujer se sintió demasiado indignada como para quedarse bajo el mismo techo que Lali- Si es así, yo me voy. No quiero compartir misa con gentuza.

La señora se levantó, agarró de la mano a su esposo y salieron de la iglesia repleta de gente. A los pocos segundos, mucha gente de la que asistia a ese domingo siguió los mismos pasos que el anterior matrimonio, se levantaron cogieron sus pertenencias y salieron.

Padre: Les ordeno en nombre de Dios que se queden en la iglesia y no vayan en pecado.

La gente hizo caso omiso a las palabras del anciano cura y salieron. Pocas personas quedaron dentro esperando escuchar el sermón del padre.

Padre: Gracias a los hermanos que se quedaron. -Así mismo el cura dio comienzo a la misa de esa semana.

Casi una hora mas tarde, el cura los bendijo a todos y los dejó ir paz. Lali por supuesto quiso acercarse a hablar con el padre.

Lali: Padre, fue hermoso el sermón que nos ofreció, y disculpe las molestias que causó mi presencia, no vendré mas para no incomodar a nadie.

Padre: Gracias hija, y no dejes de venir. Tu no tienes culpa de nada, ellos son los que están pecado al darte la espalda no tu.

Lali sonrió feliz y asintió.

Mientras Peter estaba charlando con otro viejo amigo en común con Lali.

Pablo: Veo que al final has conseguido recuperar a Lali -dijo con cierto sarcasmo-

Peter: Por supuesto que sí. Todos sabemos que su corazón siempre me perteneció.

Esas palabras parecieron clavarsele como espinas a Pablo.

Peter: Por mucho que la alagues siempre va a ser mia, recuerdalo Pablito.

En ese momento llegó Lali para unirse a la conversación de los dos hombres.

Lali: ¿De que habláis?

Pablo: Hola La, ¿cómo estas?

Lali: Todo bien por suerte Pablo, hacía mucho que no te veía. ¿Tu que tal?

Pablo: -vio como Peter lo miraba celoso- Estuve encerrado en mi casa haciendo nuevos diseños, creo que deberíamos hacer algunos cambios en el palacio, ya después de practicamente ocho meses hay que darle aire nuevo.

Lali: Me gusta la idea, un día de estos te llamo y vienes a casa ¿si?

Pablo: -objetivo cumplido- Claro Lalita.

Se despidió de los dos, especialmente de Peter

Peter que estaba celoso tuvo que demostrar sus celos a Lali.

Peter: La, en serio es necesario que Pablito vaya a tu casa? no lo puede hablar con alguno de tus asistentes? -Peter no aguantaba a Pablo bajo ninguna circunstancia-

Lali: Obvio que si Peter! El fue quien me ayudo cuando nadie lo hizo y quien estuvo conmigo para organizar todo lo del palacio.

Peter: Perto también vas a seguir con el palacio? Creí que ahora que estás conmigo ibas a cerrarlo...

Lali: Sí Peter, tengo pensado cerrarlo, pero primero sabes lo que hay.

Peter tenía que terminar definitivamente con Natallie, quien todavía seguia viviendo en casa de sus papás por orden de Claudia con la esperanza de que el se arrepintiera y volviera junto a su "familia" y además debia firmar el divorcio.

Peter: La mi amor, sabes que yo ya he dejado a Natallie pero que mi mamá la obliga a estár en mi casa... No puedo hacer nada.

Lali: Entonces yo tampoco puedo hacer nada... seguiré con mi palacio hasta que te liberes de todo.

Lali continuó andando en solitario hacia su casa que quedaba frente a la iglesia. Allí la esperaban Rosita y Manuel que ellos ya habían vuelto de misa hacía tiempo. Peter obviamente la siguió.

Peter: ¿Si me vengo a vivir aquí contigo bastará para que te vayas olvidando del palacio? -susurró a Lali por la espalda-

Esta se quedó quieta, al principio le asustó la idea de empezar una vida junto a Peter, dejar el palacio y dejar de ganar todo el dinero que ganaba gracias a su cuerpo. Pero después sonrió, imaginó como sería la vida con el amor de su vida.

Lali: Sería un buen comienzo para que yo empice a plantearme cerrar el palacio y empezar de cero contigo amor.

La pareja se besó bajo la mirada de los ciudadanos que los miraban y murmuraban y después entraron a la casa para celebrar la comida de los domingos.

El papá de Peter se vio obligado por su esposa Claudia a irse a su casa.